Y A VECES SOLO TIENES QUE SOLTAR A TU «ISAAC»

Y A VECES SOLO TIENES QUE SOLTAR A TU «ISAAC»

Escrito por Deinah abril 26, 2021

Dejar ir puede ser una de las cosas más difíciles que puedes hacer en esta vida. Sea es tu pasado, una mala relación o ese trabajo que siempre has querido. No, no es fácil. Pero sin embargo, para que Dios se mueva a tu favor, es necesario.

Déjalo ir y confía

Todos estamos familiarizados con la historia de Abraham y su hijo Isaac, el hijo de la promesa. Un día Dios le dijo a Abraham: “Toma a tu hijo, tu único hijo, a quien amas, Isaac, y vete a la región de Moriah. Sacrifícalo allí como holocausto en un monte que yo te diré” (Génesis).

Usted se preguntara: «;Bueno, ¿por qué Dios le pidió a Abraham que dejara lo que más le importaba?» Simple, porque le estaba dando a Abraham una segunda oportunidad para dejarse llevar y confiar en Él completamente. La primera oportunidad que tuvo fue durante su tiempo de espera. Y ya todos sabemos cómo fue esa parte de la historia. Sí, falló en confiar en Dios cuando decidió tomar el asunto en sus propias manos, embarazando a Agar. Entonces, esta vez, Abraham no planeaba fallar en otra prueba. Larga historia corta, Dios no le permitió herir a su hijo.

Suelta a tu ‘Isaac’

En esta vida todos tenemos un  «Isaac» que Dios nos pide que soltemos. Soltar a tu  «Isaac» significa entregar completamente lo que más te importa. Entregando tu voluntad a la Suya » En algunos casos, Dios nos pide que lo soltemos solo para de nuevo devolverlo todo. Sin embargo, en otros casos, las cosas y / o las personas simplemente no están destinadas a quedarse. Una vez que dejes todo, estás permitiendo que Dios muestre Su gloria a través
de ti y de tu situación.

 

Vino nuevo en odres nuevo

Hay una parábola de Jesús en Mateo que explica cómo lo antiguo y lo nuevo no son compatibles. “Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán. Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conserva” (Lucas 5:37-38). Lo mismo vale para
usted y para mí cuando se trata de pedirle a Dios que nos bendiga mientras todavía nos aferramos a nuestro pasado. No funciona. Tenemos que dejar ir lo viejo para que suceda lo nuevo.
¿Qué te pide Dios que dejes ir hoy?

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